Llegar a Granada no es fàcil. Està situada sobre una montaña escarpada. Por eso es que, aunque el lugar es fantàstico, mucha gente decide pasarlo por alto cuando visita Sevilla, Còrdoba y Màlaga. Inclluso las comunicaciones ferroviarias estuvieron suspendidas un buen tiempo, pues para la infraestructura de España ha sido difìcil terminar de armar el rompecabezas que comunique tan bello lugar con el resto del reino.
Bosques, montañas y el rìo Darro son los baluartes del bello palacio que ahì se ubica. Por fuera, las murallas son rojas: nadie puede imaginar que dentro de ellas existe un delicado y precioso recinto. Alhambra significa, precisamente: castillo rojo. Es realmente muy curioso porque asì se ve de noche, pero en los dìas màs soleados, adquiere un precioso tono dorado que invita a subir montañas y brincar obstáculos para llegar hasta el que fuera fortín, palacio y ciudad: todo al mismo tiempo.
La construcciòn de la Alhambra empezó en 1238 y fue un fuerte musulmán hasta la llegada de los reyes católicos en 1492. Tomaron Granada y, aunque no vivieron en ella, cambiaron por completo su uso: se habilitó para hospedar a personajes importantes, para albergar un convento franciscano y hasta para dar paso a cuarteles militares.
Una visita guiada a este lugar, patrimonio de la humanidad según la UNESCO, debe incluir también un paseo por la edificación de enfrente: el Generalife. Desde luego, debes detenerte en sus hermosos jardines, que no tienen igual. Se vale impactarse al llegar al Patio de los Leones. Hasta ahora, no conozco a nadie que no tenga una experiencia memorable de este lugar.
Acuèrdate de reservar tu visita. Resulta casi imposible verla sin reservación. Al tour debes llevar tu pasaporte, pues la reservación se hace con tu nombre completo, que será cotejado a tu llegada, con tu documento de identidad.
Pásala muy bien y siente el orgullo de haber pisado esas baldosas que vivieron tan grandes experiencias, y por la que pasaron generaciones de mujeres y hombres que han creído que la humanidad debe ser preservada en monumentos como este, que trascienden su propia historia.
