Si te organizas, la vas a pasar MUY BIEN.
Acuérdate de que te pedirán una visa para entrar. Tienes que cargarla en todo momento, pues las autoridades pueden pedírtela alguna vez.
Considera que el internet no está disponible en todo momento. Calcula tus tiempos: si tienes llamadas que hacer o debes trabajar con Whatsapp o subir a Instagram tus mejores fotos del día, es preferible que lo hagas desde tu hotel, donde la conexión será más estable. Es cierto que algunas zonas de la ciudad de La Habana tienen WiFi. Son fácilmente reconocibles porque la gente se junta allí con sus celulares. Si ves mucha gente, no vale la pena acercarse, porque la velocidad de conexión baja.
Los enchufes son iguales que en México o en Estados Unidos. No deberás llevar un dispositivo especial para conectarte, si viajas desde estos paises.
Te recomendamos llevar bien organizadas tus medicinas. No encontrarás equivalencias en farmacias locales.
Recuerda tener dólares o pesos para pagar el impuesto de salida del país. Equivale a 25 USD. Si puedes llegar al país con algunos euros, el tipo de cambio que obtendrás por la moneda local, será mejor que si viajas con dólares: el impuesto por cambiar esta moneda es de 10%. No te conviene.
Es imprescindible que cuentes con un SEGURO DE VIAJE. La autoridad te lo exigirá a la llegada.
Si puedes elegir la temporada para viajar, te recomendamos que lo hagas de noviembre a abril, cuando no llueve mucho. Disfrutarás más, sin tanta humedad y calor tropical.
No tomes agua de la llave. Puede caerte mal. Lo mismo sucede con el hielo en los restaurantes: probablemente está hecho de ¡agua de la llave!
No te vayas de la isla sin platicar con su gente lo más que puedas: descubrirás qué amables son y cuántas anécdotas tendrán para contarte.
¡Disfruta tu viaje a Cuba!