¿Buscas un país poco común que visitar? ¡Prueba Armenia!
El pueblo armenio se ha forjado en la resistencia de la batalla. Su imperio, lleno de poderío en tiempos de antaño, fue integrado al Romano en el 55 a.C. Posteriormente, pasó al dominio árabe y turco. En 1890 y en torno a la Primera Guerra Mundial, el conflicto entre estos grupos con los oriundos provocó amplios derramamientos de sangre y el éxodo de los armenios a múltiples países del mundo. En 1820, la Unión Soviética tomó posesión de la parte nordeste del antiguo reino de Armenia (lo que sería el territorio actual del país). El resto del territorio pasó a ser parte de Turquía. En 1991, la noble nación obtuvo finalmente su independencia.
Armenia está imbuido en la naturaleza. Tiene una geografía única, con esplendorosos lagos, impetuosos ríos y abismales desfiladeros. El Monte Ararat es una vista imposible de perder. Arrebata los sentidos en toda temporada. Es un símbolo arraigado al corazón armenio con gran motivo. Su significado se extiende a la esfera religiosa, siendo mencionado en el relato bíblico del Gran Diluvio. El mejor punto para vislumbrarle ha de ser el monasterio Khor Virap, donde parece estar al alcance de las manos. El Lago Sevan es otro punto natural destacado. También llamado “El Mar Armenio”, este tesoro cambia de color con el pasar del día. Por su altura, refleja el cielo con nitidez, haciendo parecer que uno se sumerge en el firmamento.
La vida rural le resulta también característica. La agricultura ya se practicaba en sus tierras desde el año 6000 a.C. Durante el gobierno soviético, gran parte de la población se abocó a esta práctica en conjunto con la ganadería. El cuidado de bovinos y cosecha de deliciosos frutos y vegetales sigue siendo parte del modus vivendi de muchos armenios hoy en día. El clima favorable permite la abundancia en el cultivo. El probar el albaricoque local es simplemente una necesidad.
Múltiples distintivos realzan esta nación de entre el resto del mundo. El armenio es una lengua sin par que cuenta con un alfabeto propio. Su tradición artística es muy amplia, desde música religiosa magistral hasta los jachkars, tallados en piedra característicos. Posee igualmente la primera catedral católica del mundo: la Catedral de Echmiadzin. Su gastronomía es una de las más antiguas en Europa. Su pan de pita es reconocido entro de la lista de Herencia Cultural Intangible de la UNESCO. Cuenta también con suculentos platillos de carne, tales como las kyufta y tolma o los khorovats. Como postre, el esponjoso pastelillo gata satisface hasta los más exquisitos gustos.
Con amplia riqueza en vistas, herencia e historia una visita a Armenia es imperdible para todo viajero que se reconoce como conocedor de las máximas bellezas del mundo.
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